Discurso de Su Alteza Jeque Tamim bin Hamad Al Thani Emir del Estado de Qatar

En el nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Más Compasivo
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Damas y caballeros,
Me complace darles la bienvenida a todos en el Foro Económico de Qatar que se lleva a cabo en colaboración con Bloomberg y que representa un trampolín para una serie de foros para enriquecer el diálogo sobre la economía global y proseguir a la siguiente fase posterior al Covid-19. Confiamos en que la primera edición de este foro, que se constituirá un aporte cualitativo al esfuerzo conjunto de nuestros países y sociedades, y a la cooperación entre ellos y el sector empresarial, para abordar diversos desafíos y construir un futuro mejor para toda nuestra gente.
Damas y caballeros,
Nuestra reunión de hoy se produce mientras nos encontramos en medio de un enfrentamiento con la pandemia Covid-19, que ha planteado un desafío serio y sin precedentes para todos los niveles de la humanidad, incluido la economía, donde hubo discusiones interminables sobre el compromiso falso entre la salud humana y la salud económica; y donde una borrosidad eclipsó las expectativas de las instituciones internacionales, con respecto a las perspectivas futuras de la economía global, especialmente que el mundo aún no ha pasado a una etapa pos pandémica a la sombra de las oleadas de renovadas variantes y mutaciones del virus que subrayaron un estado de incertidumbre.
A pesar de esto, el Fondo Monetario Internacional indicó en su informe emitido en abril de 2021 que la economía global alcanzará un crecimiento del 6% en 2021 y del 4,4% en 2022.
Se atribuye este optimismo a la recuperación relativa de varios sectores económicos vitales durante el año corriente como resultado de los paquetes de estímulo financiero introducidos por muchos países para apuntalar sus economías, impulsados por la evolución de las campañas de vacunación en todo el mundo, a pesar de la distribución desigual de la vacuna. La adaptación de las sociedades a las condiciones de la pandemia ha llevado a un avance masivo en la tecnología digital, incluida la creación de oportunidades sin precedentes de educación y trabajo a distancia. Sin duda, esto también tendrá un impacto en las economías posteriores a una pandemia.
La pandemia ha planteado, una vez más, importantes interrogantes sobre las relaciones de las sociedades modernas con la naturaleza, las expectativas de la sociedad sobre el Estado en las políticas de salud pública, la relación del Estado con la economía y la cooperación global para enfrentar los desafíos que trascienden las fronteras de los Estados, las nacionalidades y las culturas, como las epidemias, el cambio climático, la pobreza y los problemas de refugiados.
Se ha demostrado una vez más que, primero, es inevitable abordar estas preguntas, ya que cada evento importante como este nos las recuerda, y segundo los enfoques excesivos no proporcionan respuestas correctas. Se ha comprobado, por ejemplo, que el rol del Estado es indispensable después de que muchos expertos lo desatendieran en la era de la globalización, como en el caso de la última crisis financiera durante 2008 y 2009, se constató que las expectaciones de las sociedades en caso de una pandemia están orientadas hacia el Estado, y que el papel del Estado es indispensable.
Por otro lado, se ha comprobado que tales desafíos no pueden superarse contando únicamente con el esfuerzo del Estado Nacional. Los esfuerzos de confrontación deben incluir a la sociedad civil y al sector empresarial, y deben coordinarse globalmente, además de invertir en investigación, predecir las próximas epidemias y producir y distribuir vacunas.
Estos son asuntos que no pueden dejarse únicamente al Estado nacional, ni a las leyes del mercado o del comercio mundial que los regulen. Se ha demostrado una vez más que las respuestas teóricas y las ideologías severas son engañosas.

Damas y caballeros,
El Estado de Qatar no ha escatimado esfuerzos para responder rápidamente para hacer frente a las graves repercusiones de la pandemia, ya que hemos emitido nuestras directivas para adoptar una estrategia triple basada en la protección de todos los miembros de la sociedad: fortalecer el sector de la salud, especialmente el sector de la salud pública, proporcionar el apoyo necesario a la economía para reducir los impactos negativos de la pandemia y contribuir a los esfuerzos internacionales para prevenir el virus por proveer asistencia a los países y organizaciones internacionales relevantes.
Con esta estrategia, hemos adoptado un programa nacional de vacunación contra el virus. Este programa ha superado recientemente la cifra de dos millones ochocientas mil dosis. Hasta la fecha, aproximadamente el 65% de la población recibió la vacuna.
También hemos ordenado tomar todas las medidas necesarias para mitigar las consecuencias económicas de la pandemia y proporcionar una cantidad de QR 75 mil millones en apoyo del sector privado afectado.
Hemos adoptado la resiliencia y la medida no extrema en los procedimientos de apertura y encierro, para ser un enfoque mayor en el abordaje de la situación actual a partir de nuestras experiencias previas en contrarrestar crisis, donde el pensamiento proactivo y la rapidez de adaptación a diversas variables constituyeron un pilar fundamental para lograr avances en nuestros planes y programas de desarrollo, especialmente promover la autosuficiencia tanto como sea posible en campos vitales, adoptar la diversificación económica, apoyar al sector privado y estimular la inversión para lograr nuestra visión nacional.
Damas y caballeros,
En preparación para la siguiente etapa, estábamos ansiosos por adoptar una política económica equilibrada al continuar la expansión del proyecto de gas en el Campo Norte con el objetivo de aumentar la producción de gas natural licuado en un 40% para 2026, y los ingresos de este aumento se utilizará para potenciar nuestras inversiones en beneficio de las generaciones futuras, lo que contribuirá a diversificar las fuentes de ingresos. También hemos apoyado a sectores no petroleros cuya contribución al PIB superó el 61% a precios constantes en 2020.
En este contexto, adoptamos un enfoque para desarrollar industrias respetuosas con el medio ambiente, establecer los marcos legislativos que mejoran el atractivo del entorno empresarial, como la promulgación de la ley que regula la inversión de capital no qatarí en la actividad económica y la ley que regula la asociación entre el sector público y el privado. Además de invertir en sectores vitales e importantes como la salud y la tecnología, el desarrollo de las zonas francas, y la búsqueda de la expansión del Aeropuerto Internacional de Hamad y el Puerto de Hamad de una manera que consolide la apertura económica de nuestro país y mejore nuestras relaciones comerciales con varios países.
Somos un país exportador de gas natural, que es una energía baja en carbono y menos dañosa para el medio ambiente, pero estamos invirtiendo en investigaciones relacionadas con la energía verde, alternativa y sostenible, y planeamos llevar a Qatar hacia ese fin, además, también contribuir a los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.
Todos somos conscientes de que la próxima etapa no será fácil económicamente y financieramente para ningún país. Debemos cooperar para reducir la brecha entre los países desarrollados y los países en desarrollo, especialmente para acceder a la vacuna y contrarrestar la pandemia.
El Estado de Qatar ha dado grandes pasos en este curso por proveer la asistencia necesaria a más de ochenta países y organizaciones internacionales, comprometiendo nuestro apoyo a la Organización Mundial de la Salud, la Alianza Global para Vacunas e Inmunización (GAVI), además de muchas otras organizaciones internacionales y programas internacionales como Covax, cuyo objetivo es hacer que la vacuna sea accesible de manera justa y equitativa a más de 92 países que necesitarían asistencia oficial para el desarrollo a finales de este año.

Aprovecho esta oportunidad para enfatizar que fabricar las vacunas para combatir el Covid-19 es un esfuerzo humanitario encomiable, pero la lucha y competencia de algunos países para obtener cantidades que excedan sus necesidades paralizará los esfuerzos internacionales para controlar la pandemia a nivel mundial, además de obstaculizar el proceso de desarrollo en los países en desarrollo y subdesarrollados.
Desde este podio, hago un llamado a los líderes de los países del mundo, especialmente a los principales países industrializados para una mayor cooperación, en el marco del sistema internacional, compartir la responsabilidad y trabajar juntos para una distribución justa y completa de la vacuna de una manera eso allanaría el camino para el establecimiento de un sistema económico y social mundial integrado en consonancia con los objetivos de desarrollo mundial sostenible para que brinde bienestar y estabilidad a nuestros pueblos.
Gracias a todos, que la paz, la misericordia y las bendiciones de Allah sean con ustedes.